París, la «capital» de Francia.

París es monumental, por su tamaño, por supuesto, pero también por su rico patrimonio arquitectónico. Uno de los símbolos de la capital, su monumento más conocido es la Torre Eiffel, esta «Dama de Hierro» con su aspecto único ofrece una vista inigualable a sus visitantes. No muy lejos se encuentra el igualmente icónico Arco del Triunfo. Cargado de historia, deslumbra en los días soleados cuando se puede ver la puesta de sol en el hueco de este gran arco. Otra visita obligada, la Catedral de Notre-Dame-de-Paris ofrece un espectáculo grandioso. Esta obra maestra de la arquitectura gótica permite admirar sus esculturas, su nave, sus torres e incluso su cripta. ¡Igual de evocadora y de haber inspirado a escritores y cineastas, la Basílica del Sacré-Cœur alberga el mosaico más grande de Francia y se beneficia de un panorama increíble desde lo alto del barrio de Montmartre! París conserva todavía sus plazas míticas: la Place de la Concorde con sus dos fuentes, sus columnas rostrales y el increíble obelisco de Luxor, la Place de la Bastille con su famosa Columna de Julio que conmemora las jornadas revolucionarias y su modernísima Ópera Nacional de París, la Place de L'Opéra que expone su magnífica Ópera Garnier...